¡Buenas querido lector! En este artículo comparto mis andanzas en lo que se puede considerar mi primer «enfrentamiento» con una preparación seria de acuerdo con un reglamento nacional. Hasta ahora me había movido con coches de categorías en las que la preparación es más básica, y ahora toca aprender a montar un coche desde cero.
En el club Costablanca del que formo parte, aplicamos reglamento Masterslot para las categorías, LMP, GTPro y GTAm, corriendo juntos en una clase que hemos denominado Le Mans. En mi caso, ya que es mi segundo año en el club, me decidí por la categoría GTPro dento dicho reglamento, por aquello de ser gradual en la curva de aprendizaje. En comparación con GTAm en la que buena parte de los componentes son de serie, en GT Pro se sube un peldaño en cuanto a preparación, ya que la libertad de componentes es mayor.
La clase LMP será harina de otro costal el día que me atreva con uno. Considero que antes de dar el salto, se debe pasar por GT’s.
Os comparto la cronología de los hechos, la toma de decisiones, los errores detectados, y los replanteamientos que sufrí en primera persona hasta «dar con la tecla».
Me decidí, como suelo hacer, por un coche que se sale ligeramente de lo establecido, o como me gusta decir, que está por debajo del radar. Y por qué no reconocerlo, a algunos nos gusta que nuestro bólido tenga un puntito de personalidad propia, y que nos sintamos identificados con él.
Como podeis deducir por el título, me decanté por una «rara avis», un Maserati MC GT3 de Slot.it. Para más de un experto, esto será más que una preparación, un «atrevimiento», ya que no es un modelo que destaque en España en competición. Como los aficionados sabemos, normalmente son coches de BlackArrow o NSR quienes se llevan el protagonismo en esta categoría de GT’s. Así que de entrada, empiezo saliéndome de la ortodoxia…

¿Por qué el Maserati?
En principio fue accidental. Su mecánica SW me servía para ser trasplantada a un coche de la categoría Le Mans Classic del club. Y a mi juicio, el Maserati es un coche que por cotas, a primera vista, pide disposición en ángulo y un motor «chutón».
La preparación inicial
Desde el principio, la toma de contacto con el chasis de orígen, si bien no fue del todo negativa, no me terminaba de convencer. Como añadido, la pista de nuestro club, una Ninco añeja, tiene algún que otro bachecillo en alguno de los carriles y el chasis de serie perdía la compostura en según qué circunstancias. Como en slot, la confianza en tu coche es lo primero, esto ya iba a encaminar mi decisión de encuadrar el coche en la categoría superior de GT, lo que me permitiría cambiar el chasis por otro de mayor calidad.
De este modo, el planteamiento inicial pasaría por situar el coche en GTPro con un chasis Kilslot de la referencia KS-VG10I, combinado con cuna Slot.it AW con offset 0.0, y en principio, suspensión sólo en los soportes traseros del soporte motor. Más adelante relacionaré los componentes empleados en esta preparación.
¿Qué tal la primera toma de contacto?
Nada más sacarlo a pista, notaba un nivel de vibraciones sorprendente en la parte delantera de la carrocería, muy visible, y el coche no se sentía nada cómodo. Revisé una y otra vez el punto de holgura que tenían los tornillos que sujetaban la parte delantera de la cuna, y no terminaba de encontrar una explicación factible. Era como si la cuna del motor tensionará la parte delantera del chasis, e hiciera vibrar el coche entero. Muy raro. Los tiempos curiosamente no eran malos, pero era indicativo ya de que el coche prometía mucho más. Había que encontrar el punto de equilibrio.
¿Qué tal la segunda toma de contacto?
Decidí probar con una cuna offset 0.5, pero manteniendo el enfoque a nivel de suspensión sólo en la parte trasera. El coche ganó aplomo, mejora leve en tiempos, pero la vibración seguía ahí. Observé también que el coche tenía quizá excesiva cuña, atacando demasiado la guía. Tras este ensayo, jugué con arandelas de guía para regular la altura de la parte delantera.
Siguen las vibraciones, decido jugar con las suspensiones
No tenía nada que perder. Era lo primero que se me ocurrió para aliviar esas vibraciones, si es que yo estaba en lo cierto. Así que aplico suspensiones (Sloting Plus) a todos los puntos de soporte de la cuna, con muelles duros delante, muelles medios a los laterales, y muelles blandos detrás.
Tercera toma de contacto
No hay nada más grato para un autodidacta (o entusiasta como me gusta definirme) cuando uno de tus trastos finalmente «funciona», y a ojo de buen cubero, ves que tu coche está al nivel de los «machos alfa» del club. Me sigue extrañando la transformación con las suspensiones, pero el coche era definitívamente otro. Me daba la sensación de un misil «tierra-tierra», tras haber sufrido lo mío la temporada pasada con un coche de clase GTAm . Mejora instantánea de medio segundo en los tiempos por vuelta, y ya verdaderamente cerca de los mejores cronos GTPro del club. Además, una forma de rodar cómoda, en la que notas que todos los componentes del coche trabajan en harmonía.
¡Algo hemos hecho bién! Eureka. Ahora falta la constatación en una cita del club, en el que el coche tendrá que medirse con la flor y nata de la categoría.
Para asegurar el tiro, sesión privada de entrenos de unas 200 vueltas repartidas entre las 6 pistas del club para corroborar sensaciones, y como dicen, «no toques aquello que funciona». Tan solo limpieza y engrase posterior a la sesión.





Llega el día de la carrera
Afortunadamente, el día de la carrera disfrutamos de una afluencia magnífica, lo que me iba a permitir medir de manera objetiva al coche frente a sus rivales. Inscripción de lujo tanto en categorías LMP como GTPro, y en esta última, tres coches de BlackArrow, un Ford GT de Sideways de mi amigo Abel de MiniRacingStudios.com con un chasis propio. El nivel estaba muy alto.
En la clasificatoria para pole, mejoramos con el Maserati los tiempos logrados en ensayos previos. No hay mejor antesala para una carrera. En la pole para GTPro, el Maserati quedó tercero y siendo superado por escaso margen por el Ford GT antes mencionado y un Lambo de BlackArrow; no obstante, conseguimos dejar atrás a dos BlackArrow que iban pilotados por manos muy competentes, así como algún LMP que andaba despistado por ahí.
La carrera fue apasionante. Algunos miembros del club contemplaban asombrados como este coche batallaba sin complejos con dos BlackArrow de principio a fín, y por tanto, que el tiempo obtenido en la pole no era un espejismo.
Constatación: ritmo de carrera buenísimo, comportamiento muy noble y previsible, y para mí un absoluto hallazgo que viene a ampliar la escena GT en slot. Os dejo la tabla final como testimonio de los cronos (4º de clase GTPro y 11º de la general). Si el coche no consiguió el podio en GTPro, es por las limitaciones de su piloto, el que os escribe. Fue una carrera tensa y emocionante, y la tercera posición en GTPro se escapó por un suspiro.

Teniendo en cuenta el resultado en pista, tan solo me queda recomendar este coche a quien le pueda plantear dudas en cuanto a su competitividad. Funciona. ¡Y de qué manera!





Componentes de la preparación
Esta es la «receta» de componentes que utilicé para conformidad con la clase GTPro del reglamento Masterslot:
- Chasis: KS-VG10I de Kilslot
- Motor: Scaleauto SC31 Zero Magnet
- Relación piñon/corona 12/28.
- Corona Slot.it de 28d ERGAL SI-GA1628E
- Llantas traseras Scaleauto Monza 2 17.2 x 8.5mm SC-4034D
- Llantas delanteras Scaleauto Monza 2 16.2 x 8.5mm SC-4049D
- Suspensión Sloting Plus referencia SP110012
- Guía: la Slot.it que trae el coche de orígen, por exigencia del reglamento.
- Cockpit lexan Slot.it referencia SI-CS43IX
Galería de fotos
Dejo a continuación una galería de fotos del protagonista del artículo. Hay que reconocer que este Maserati es también una oda al diseño.







Nos vemos en la siguiente entrega, en la que nos deleitaremos con un nuevo coche de slot ¡Saludos querido lector!

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