Mitos que puedes tener en slot: Lancia Beta Montecarlo Gr. 5

Si no escribo en mi propio blog sobre Lancia, no me quedaría tranquilo. Soy Lancista. Punto. Así que voy ser muy egoísta en esta entrada. Lancia me encanta. Y la echo de menos en el panorama actual. Mucho. Muchísimo.

¿Cómo se explica su práctica desaparición? Con la de páginas de leyenda y éxitos que nos han brindado, referencia indiscutible en tecnología de competición, y la traslación de su tecnología a sus coches de calle. No lo entiendo. Vamos a rendir tributo a uno de sus modelos de más éxito que podemos disfrutar en nuestras pistas eléctricas, en multitud de versiones. Lancia, por suerte es una marca con mucha repercusión en el mundo del slot, para nuestra suerte.

¿QUÉ CLASE DE COCHE ERA EL LANCIA BETA MONTECARLO DE GRUPO 5?

Se trataba de un vehículo de circuito desarollado por el Reparto Corse de Lancia con el especialista en chasis Dallara, para competir en el Campeonato del mundo de marcas (circuito) dentro del famoso grupo 5 (conocido como «Siluetas»). Frente a coches más contundentes de la competencia como los Porsche 935/Moby Dick, los argumentos del Lancia se basaban en una relación peso potencia muy favorable, al tener un peso muy contenido, aprovechando al máximo los 500 cv de su 4 cilindros biárbol de 2 litros, frente a los 6 cilindros boxer de 3.0 l turboalimentado del Porsche y sus más de 700 CV.

Si añadimos las manos expertas de pilotos de la talla de Walter Rohrl, Riccardo Patrese, Michele Alboreto, Eddie Cheever, el máximo rendimiento en pista estaba asegurado.

¿CUAL FUE SU PALMARÉS EN COMPETICIÓN?

El Lancia Beta Montecarlo permanece en la memoria de Lancia como uno de sus bólidos de mayor éxito en competiciones internacionales.

Uno ejemplo del nivel de competitividad del Lancia era las severas derrotas que infligió al Porsche Moby Dick en 1980, con dobletes en Brands Hatch, Mugello y Watkins Glen.

Consiguió el título de constructores en 1979 (en la categoría inferior a 2 litros), título absoluto de marcas 1980, y el título de constructores en 1981 en el redenominado Campeonato del mundo de resistencia.

Con lo cual, si te haces con un Lancia Beta Montecarlo Gr.5 de slot, rindes tributo a uno de los grandes de la competición automovilística de circuito. Y derrotar al Porsche Moby Dick no es poca cosa. (Hago hincapié en esto porque a veces tendemos a venerar en exceso la maquinaria teutona, denostando a la competencia).

¿QUÉ VERSIONES HAY DISPONIBLES EN SLOT DE ESTE ANIMAL DEL ASFALTO?

A lo largo del tiempo han habido diversas opciones de acceso a través del slot a este bólido de leyenda. Y si uno valora la historia de la competición en su colección de slot, este coche es una adquisición obligada. Rebuscando en mi memoria, en páginas revistas de automóvil (que no de slot, pero con publicidad slotera), y cómo no, en la red, me cruzo instantáneamente con estos tres orígenes:

Scalextrix en versión SRS. Todo un clásico. Comparando con la calidad de reproducción en día, nos puede parecer un juguete a simple vista (con innegable encanto, eso sí); en términos de chasis y dinámica, las versiones SRS ya aportaban mucho más en el ámbito doméstico.

Fly. Admiro el abordaje de esta firma de multitud de vehículos que hicieron historia, y el Beta de Gr.5 no es una excepción; de hecho su recreación es una de las mejor valoradas en términos de fidelidad al original. Disposición mecánica convencional.

DEN670CUQAQjd3X — Belleza innegable de las versiones de Fly

Sideways. Alternativa a los modelos de Fly en el caso de que estos sean difíciles de localizar y comprar. Más caros, pero con un punto extra de performance debido a sus componentes de reconocida calidad, además de las ventajas de su motor en disposición en ángulo. Estética igualmente impactante. En mi caso particular, se trata de la referencia de la que dispongo, a la espera de conseguir algún Fly, y como elemento exótico, algún SRS. Sobre este Sideways, puedo afirmar que representa una de mis primeras adquisiciones en mi retorno al hobby, allá por 2015. Este «juguete» luce espectacular en estética, fidelidad al original, acabado y mecánica, sobre todo para alguien acostumbrado a los scalextric de antaño. Cuando uno retoma el hobby con una unidad así, no deja de estar impresionado por la evolución técnica de este hobby.