Sigo en la línea de recuperar eventos pasados para poner al día el blog. Hoy le toca el turno a Imperial Slot, celebrada en Febrero del año pasado.
A finales de 2018, José Albo convocó a un montón de conocidos forofos del slot a una quedada slotera en un Gálvez, un bonito y tranquilo municipio de la provincia de Toledo. Esto suponía para la mayoría de nosotros, una excelente excusa para salir de viaje.
Es en dicha convocatoria donde conseguí recuperar para el hobby, a uno de mis vecinos e invitados ilustres de este blog, Manuel Rodríguez Payá. Aprovechándonos de su bondad, le instamos a poner a disposición de la delegación de Alicante, su Picasso de 7 plazas, vehículo de lo más cómodo para dicho viaje. A bordo: Manuel, Carlos Madrigal, Oscar, Manolo, y el que escribe.
Viaje tranquilo, de desconexión con la rutina diaria, y que aprovechamos para ponernos al día en cuanto a chismes, trucos, ingenieria slotera, y la tradicional batería de chistes para echar unas risas.
Para que os hagais una idea del trayecto desde Alicante, ahí dejo el enlace del Maps. Ruta a Gálvez
Una vez en Gálvez, la recepción no podía ser mejor, puesto que en lugar de coger los mandos y empezar a dar vueltas con nuestros bólidos, había preparada una deliciosa tortilla de patatas y comida abundante que hizo olvidar de inmediato los kilómetros recorridos.
La recepción, inmejorable casa en la que tuvo lugar el evento. Hospitalidad, buena comida, y muchas ganas de slot. Y a partir de ahí, intercambios de impresiones entre expertos y los que se inician.
La magia empieza cuando todos empezamos a abrir cajas, y hablamos de nuestros logros personales con tal o cual coche, qué ajustes has hecho, qué piezas has cambiado, y siempre te vas a cruzar con un truco que te deja boquiabierto.
La pista en la que se desarrolló el evento era una Scalextric añeja, lo que obligó a algunos de nosotros a revisar el material que traíamos, particularmente la profundidad de las guías. En mi caso, la experiencia fué algo chocante (nunca mejor dicho) al dar uno de mis coches un salto mortal en el aire tras «colisionar» la guía en una junta de carril… Encima era una de las joyas de mi caja, así que susto garantizado. El aterrizaje en el cesped de la pista ayudó a que la cosa no fuera a más.
Aunque para aterrizajes curiosos, el de uno de los Toledo GT de Pepe Albo. Todo un ejercicio de acrobacia. Desapareció de nuestra vista y esperábamos el típico «crash» contra el suelo, que no ocurrió, para asombro nuestro. Quedó colgando de una liana, como si de Tarzán se tratara.
La pista disponía de sistema de cronometraje, a cargo de Antonio, quien como buen comisario, andaba pendiente del buen funcionamiento del mismo.
El aprendizaje es constante, asistes en directo a toda clase de trucos de microingeniería, y he de decir que en mi caso, Miguel Fortes (de Slot Circuits) me enseñó la técnica adecuada para coger el mando, y no le quito razón, dado que aplico dicho estilo desde entonces.
Entre los asistentes, conocí también a Don Javier (Boxerslot) , quien además de traer material interesantísimo, se ofrece cordialmente a aconsejar y ayudarte a tomar la mejor decisión en cuanto a qué material comprar, lo cual es de agradecer hoy en día.
En poco tiempo la concentración era un hervidero de material, coches nuevos, restauraciones, ideas nuevas , transformaciones, que para aquellos a los que nos gusta la atención al detalle, era una gozada. Para mí, forofo reconocido de los Alpine A310, me encantó una unidad con decoración Yacco que trajo Miguel Fortes.
Pero no todo se trata de admirar artillería ajena. Yo traía para la ocasión un Ford Capri de SRC (adquirido a mi amigo Pepe Medina, de la tienda Mecamodel, Alicante), que estuvo a la altura de las circunstancias. Los viejos rockeros nunca mueren, y este Capri Chrono Series con su motor M3 y bancada en línea, es buena prueba de ello.
Hay que mencionar y agradecer el esfuerzo de Pepe Albo en todo lo relativo a la preparación previa y organización de la concentración, así como el lote de recuerdos que preparó para todos nosotros, que incluían: una taza conmemorativa, poster, material promocional diverso, catálogos, listados de repuestos, y un sorteo de piezas diversas. La alegría en mi caso fue doble, ya que en dicho sorteo me tocó un Porsche 911 de Slotwings un auténtico bellezón a escala 1:32.
En conclusión, muy buen ambiente y sintonía entre todos. El día pasó rápido y a una hora razonable de la tarde, ya había que volver a poner rumbo a casa. Ahí dejo el álbum de fotos y un vídeo que montamos entre todos como recuerdo de la cita. Espero que os guste.
Da gusto ver cómo disfrutáis en compañía de vuestros amigos de este hobby tan especial. No dudéis en contactarnos si organizáis cualquier tipo de eventos de este tipo. Enhorabuena por esos buenos ratos que que pasáis.
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¡Muchas gracias amigos por la visita! Estamos en contacto.
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